lunes, 1 de diciembre de 2008

CONSUMO RESPONSABLE Y SOLIDARIO





Se ha convertido en una necesidad de nuestro tiempo la realización de un cambio social en el concepto que, en general, los ciudadanos tienen del consumo. El deterioro ambiental, el elevado consumo de recursos naturales, ect.
Consumir no es sólo satisfacer una necesidad o un deseo individual, aunque ésta es la percepción que se tiene habitualmente. Al consumir estamos colaborando en todos los procesos que hacen posible el bien o servicio consumido, seamos o no conscientes de ello. Estos procesos tienen implicaciones de carácter económico, social y medioambiental. El consumo responsable consiste en tener en cuenta estas repercusiones en el momento de elegir entre las distintas opciones que ofrece el mercado.
Es así como el consumo responsable, debe aplicarse a cada realidad social y económica, de tal forma que, en unos países este concepto deba hacer hincapié en la necesidad de consumir menos, pero, por lo general, hará falta consumir de manera diferente y más eficiente. En todos los casos será necesario redistribuir y garantizar la oportunidad de consumir lo necesario.

CARACTERÍSTICAS DE CONSUMO RESPONSABLE

Ajustar los consumos a las necesidades reales: preguntarnos si lo que vamos a comprar o utilizar lo necesitamos o no.

• Considerar el impacto ambiental, desde el punto de vista del ciclo de vida del producto que compramos, teniendo en cuenta el conjunto del proceso desde la producción, transporte, distribución, consumo y los residuos que genera al final de su vida.

• Plantear qué tipo de comercio queremos favorecer.

• Asegurar la calidad de lo que compramos, de cara a adquirir bienes más saludables y duraderos.

El modelo predominante de producción y elaboración de productos para consumo se basa en la utilización de enormes cantidades de recursos naturales y artificiales que provocan irreversibles deterioros medioambientales.

Para que podamos transitar hacia un modelo de producción de consumo más sostenible, es necesario que avancemos en el desacoplamiento que en la actualidad se genera entre la producción y el consumo de recursos naturales, para lo cual se necesita que:

• Los recursos naturales renovables no deben ser utilizados a una velocidad superior a su propia tasa de renovación.

• Los recursos naturales no renovables tienen que ser utilizados a un ritmo equivalente a la tasa de sustitución por otros recursos renovables.

• La emisión de residuos y contaminación no puede exceder la capacidad de asimilación y autodepuración de los ecosistemas.

Estos criterios o principios operativos deberían aplicarse teniendo en cuenta el conjunto de la realidad mundial, lo cual nos llevaría a reclamar una redistribución de la sostenibilidad desde el Norte al Sur con equidad histórica, presente y futura.

• Compartido, para garantizar las necesidades básicas de todos;

• Fortalecedor, para aumentar la capacidad humana;

• Socialmente responsable, para que el consumo de algunos no ponga en peligro el bienestar de otros;

• Sostenible, para no comprometer las opciones de las futuras generaciones.

1.3. El tránsito hacia un consumo mas sostenible: una responsabilidad social compartida de todos los agentes sociales

Hacer frente a los retos actuales del consumo obliga a todos los sectores sociales a comprometerse: los gobiernos, las instituciones, los productores, los consumidores, los sindicatos, las ONGs y la sociedad en general. Todos debemos ejercer el principio de la responsabilidad compartida en el tránsito hacia el consumo responsable.
Las estrategias prioritarias para un consumo más responsable y sostenible se deben centrar en el consumo final de los productos, especialmente en las conductas de los consumidores como usuarios finales de bienes y servicios.